MI HISTORIA CON DIOS: EJERCICIOS ESPIRITUALES 2013

     Según estaba programado, nos hemos reunido un buen grupo de Religiosas en Carrión, con el deseo de hacer los Ejercicios Espirituales, dirigidos en esta ocasión por el P. Rafael Sanz de Diego S.J.

     Han sido siete días de reflexión, contemplación y silencio, en los que se han ido desgranando los grandes temas ignacianos: «Principio y Fundamento», «Las dos Banderas», «El Reinado de Dios», «Jesús me llama»…

     El ambiente cuidado del jardín y de la Casa, la acogida cariñosa de las Hnas., el sonar pausado de las campanas del Santuario de Belén, el cielo azul de Castilla… todo nos ha ayudado a reflexionar sobre las grandes preguntas: ¿Quién soy yo?¿Para qué vivo?…

     La profundización y la contemplación de estos grandes temas nos han invitado a ver la vida desde el pensar y el querer de Dios, cualesquiera que sean las circunstancias que nos rodeen, pues somos libres para elegir lo que más nos acerque a lo que quiere Dios, incluso cuando las circunstancias sean negativas.

     Día tras día hemos tratado de descubrir vivencialmente, a través de Jesús, cómo Dios nos perdona, sin reproches ni reservas a pesar de las deficiencias de nuestra vida de oración y de servicio.

     Todo ello ha provocado en nosotras la necesidad de actualizar hoy nuestro «sí» a la llamada de Dios, renovando la decisión de seguirle siempre para liberarnos así de una vida mediocre.

     En la síntesis ignaciana de las dos banderas, se nos invitó a vencer las tres tentaciones del cristiano: tener, valer y dominar; para ello debíamos examinar nuestros gestos, a ver si van por el camino de Jesús.

     Desde la experiencia de los propios despojos (muerte, enfermedad, contrariedades…) S. Ignacio nos presenta a Jesús empobrecido y humillado, ya que este es el nivel más grande del amor: «un siervo no es más que su amo…»(Jn.15, 15) Es entonces cuando la vida se identifica con la de Jesús.

     La meditación del último día fue sobre la Resurrección de Jesús y sus Apariciones plagadas de símbolos y mensajes: «Anunciad a vuestros hermanos…» «Echad la red…» «Shalom…» » Recibid el Espíritu Santo…» «No miréis al cielo…»

     Todo ello es un invitación a confrontar con Él mi vida y mis gestos. Una manera de decir que Él vive en mí, para mí, y nos asegura que el Reino es posible y que yo tengo una tarea en ese Reino.

     Agradecemos a Dios esta oportunidad de reencuentro con Él y con las Hnas., y pedimos a Ntra. Sra. de Belén que todo lo que ha iluminado estos días nuestra vida, siga dándole sentido y fuerza.

Mª Asunción Alonso