UN MOTIVO MÁS PARA AGRADECER Y SER FELIZ

Dicen que todo llega a su tiempo, y eso de alguna forma mantiene nuestra esperanza viva, porque la certeza de que Dios proveerá se hace más palpable cuando queremos y no tenemos. Lo maravilloso es que el Señor siempre encuentra la forma de manifestarse.

Contar con los ornamentos litúrgicos, era un deseo inaguantable en nosotros, pues la casa de Dios es la casa de todos,  por lo que queríamos a toda costa tener su espacio lo más arreglado posible.

Después de casi un año de soñar, logramos conseguir las lanas, las telas y el material para confeccionar las albas y manteles. Hoy nuestro taller se regocija y los que el él trabajamos nos sentimos bendecidos porque nuestras manos , nuestro esfuerzo y la generosidad de los que nos donaron el material dan el anhelado fruto.

Gracias Señor por permitir que esto se lograse, gracias por tanta gente buena que da y comparte de lo que tiene, gracias por hacer de nuestro taller tú taller, en donde compartimos lo que somos y sabemos en bien de todos.

Y hoy agradecidos hacemos nuestras tus palabras:

«Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.»   

       Filipenses 4:12-13