“Encontré al amor de mi alma. Lo abrace y ya no lo soltaré” Cant 3,4

Algunas de las primeras palabras y por cierto muy significativas en mi vida, que escuché de mi formadora al comenzar mi caminar en la congregación, con temores, dudas pero con mucho alegría y un impulso que iba más allá de mí, inicié el camino que nunca termina, camino de formación y seguimiento más de cerca de Aquel que invita y llama a compartir con nosotras el Proyecto del Reino fueron:

“Desde que una acepta comenzar el camino en torno a la misión siguiendo a Jesucristo, ya se es religiosa para siempre, solo hay que ir caminando y dando pasos”

El pasado 17 de noviembre viví y vivimos como Congregación de Religiosas Filipenses Misioneras de Enseñanza la celebración de mis Votos Perpetuos, fue un momento anhelado, un momento de eternidad porque pasa y queda en el alma y en la vida como signo de que cada día hay que decir que SÍ,  como dicen las palabras de nuestra Madre Fundadora Gertrudis Castañer : “Darse y darlo todo”. Un sí al compromiso, a la vida fraterna, al saber escuchar la voz de Dios en las nuevas realidades, sí a dejarnos tocar por lo que a veces pasamos de largo por la cotidianidad o las bastantes ocupaciones y es entonces cuando viene a mi mente y a mi corazón uno de los cantos con los que el Señor comenzó a llamarme y se vuelve oración de petición “Jesucristo me dejo inquieto, su palabra me llenó de luz, nunca más yo pude ver el mundo sin sentir aquello que sintió Jesús”, que sepa inquietarme ante la necesidad del otro/a y que pueda ver y sentir como Jesús que sepa entregar la vida.

Al comenzar la celebración a la que asistieron mis hermanas de Congregación, numerosos amigos, amigas y familia, entramos y observaba la Iglesia en la que crecí y donde viví la experiencia de conocer a Dios, de comprender su presencia siempre viva a través de todo y de todos, no puedo expresar cuantos y cuales fueron los sentimientos que invadieron mi corazón pero si puedo decir que fue un envío y una bienvenida un salir al encuentro y ser recibida por Quién tengo la certeza jamás me abandonará.

Agradezco a Dios por su infinito amor y porque como dice la escritura “No me habéis elegido a mí, yo os he elegido a vosotros” (Jn 15, 16) todo ha sido iniciativa de Él, así que abramos nuestro corazón a su amor que nos sigue llamando a colaborar en la construcción de su Reino que necesita mujeres dispuestas para caminar al lado de Él a través del prójimo especialmente los más necesitados.

Hna. Mayra Rosalinda García Compeán, RF

México