DEL CUIDADO A LA PAZ

Muchas veces hemos visto o escuchado esta frase «Una acción repetida se vuelve un hábito, un hábito repetido se vuelve una costumbre y la práctica de una serie de costumbres se vuelve un estilo de vida».

Retomado esta expresión, nosotras durante siete años consecutivos hemos venido realizando una serie de congresos para padres y para los jóvenes de nuestra escuela, queriendo  brindar la oportunidad de crecimiento y la generación de un espacio para convivir, compartir y profundizar en el sentido y razón de nuestra existencia.

La magia que envuelve estos  tipos de convivencias no puede quedarse en meros recuerdos, pues dejan una marca indeleble  en las mentes y los corazones de cada uno de los participantes. Cada año hay una temática  de fondo que motiva a saber con quién o quienes debemos contar para compartir los temas,  esta vez hemos intentado encontrar la armonía entre el cuidado y la paz, por considerar que una acción puede ser el principio básico para conseguir la otra: Del cuidado a la paz.

En este punto de la historia, en este momento en que a la vida de cualquier ser humano le urge aprender a cuidarse tomado en cuenta las todas las dimensiones: biológico, Psicológico y espiritual, nos sumamos al proceso, reconociendo que cuando nos preocupamos por nosotros valoramos el poder valorar y cuidar la vida de lo demás. En la medida en que vayamos cuidando y cuidándonos nuestros ambientes se convertirán en oasis  de convivencia sana, pacifica. Da una sensación de alegría inexplicable al ver,  cómo los padres y los jóvenes se vuelven constructores o hacedores de sus propios procesos reflexivos, donde solo hace falta una voz que marque las pautas a seguir, parte de ellas las encontramos en estos versos del artista Pedro Guerra, CUIDAME.

Cuida de mis labios,
Cuida de mi risa.
Llévame en tus brazos,
Llévame sin prisa.

No maltrates nunca mi fragilidad,
Pisaré la tierra que tú pisas.
Cuida de mis manos,
Cuida de mis dedos.
Dame la caricia,
Que descansa en ellos.

No maltrates nunca mi fragilidad,
Yo seré la imagen de tu espejo…

Cuida de mis sueños,
Cuida de mi vida.
Cuida a quién te quiere,
Cuida a quién te cuida.

No maltrates nunca mi fragilidad,
Yo seré el abrazo que te alivia.

Cuida de mis ojos,
Cuida de mi cara.
Abre los caminos,
Dame las palabras.

No maltrates nunca mi fragilidad,
Soy la fortaleza de mañana.