Nuestro cuerpo, regalo de Dios donde se manifiesta Cristo Vivo

Entre las celebraciones de pascua de Resurrección, este fin de semana  del 25 al 28 tuvimos un encuentro de  pascua de  Resurrección  con algunos adolescentes de la parroquia, en la Habana.

Fue una experiencia inolvidable, en la que Cristo se hizo presente en todo el tiempo y de mil maneras; Después de llegar a las 5:00 a.m del viernes a la Habana donde  lo primero fue  descansar, luego todos en función, unos a limpiar, otros a cocinar y después a realizar unos de los sueños esperado; conocer nuestro colegio de Lourdes, aunque alguna frustración por no poder entrar al centro pero al menos se disfrutó lo que era la capilla y el teatro.

En la reflexión del tema “Nuestro Cuerpo, regalo de Dios donde se manifiesta Cristo Vivo “, fue una oportunidad de plasmar su cuerpo en  silueta en la que se fue redescubriendo el sentido, grandeza  y valor de los sentidos, desde la ambientación con la canción de Glenda: Yo creo en la Resurrección y la iluminación con el texto de Jn. 20,11-18 sobre el encuentro de María Magdalena con Jesús en la madrugada del domingo.

Al igual que María que vio los ángeles, tocó a Jesús y fue anunciar a los discípulos la Buena Noticia de Jesús Resucitado, nos sentimos invitados a hacer lo mismo; terminamos con la entrega de un broche de corazón como recuerdo de la experiencia con Jesús vivo en nuestro corazón al igual que María Magdalena.

En la mañana del sábado con un gran deseo y comunión nos unimos a los pasionistas para participar en la Eucaristía como preparación para vivir todo lo que teníamos entre manos durante el día; fue emocionante participar de una función en nuestro Teatro del colegio donde se cantaba, personas mayores se divertían cantando y bailando; luego visitar el capitolio y lograr hacer el recorrido con una guía, y al finar disfrutar de una presentación en el teatro Carlos Marx en  unos de los programas más visto de los cubanos, Bailando en Cuba con el humorista Pánfilo( vivir del cuento).

De regreso a Tagüasco  como si fuera poco, una familia se brindó para llevarnos a la terminal a lista  de espera para coger el transporte; con gran gozo y agradecimiento a Dios por todos los detalles y experiencias vivido intensamente esos días, decimos Cristo está vivo, camina con nosotros y a través de nosotros.

Hermanas Filipenses de Cuba