APERTURA DEL II CONGRESO NACIONAL DE LAICOS FILIPENSES EN ESPAÑA

APERTURA DEL III CONGRESO  NACIONAL
DE LAICOS FILIPENSES
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Por M. Maria Nieves Alonso .R.F.
Superiora General de la Congregación de
RR Filipenses Misioneras de Enseñanza


Queridas hermanas y  queridos laicos Filipenses

     Llevamos mucho tiempo tratando de profundizar, en el nexo de unión y mutuo apoyo que es preciso fortalecer en la Familia Filipense. Religiosas y Laicos en la búsqueda común del  crecimiento en la fe, del propio sentido de sus vidas, y de los proyectos de evangelización humanizadora que en diferentes frentes compartimos.

     Muchos son los motivos, ya descubiertos por Ntro Padre San Felipe, que creyó firmemente en el protagonismo del laico en la Iglesia, los que han impulsado a todas las Congregaciones a incorporar a su Carisma y Espiritualidad,  a aquellos laicos que bien por misión compartida, bien por sintonía espiritual encuentran en los diversos caminos de vivir la Fe en Jesús, un apoyo y un motivo para comunitariamente fortalecerse en el sentido profundo de su vida.

     Nosotras las Religiosas Filipenses Misioneras de Enseñanza, deseamos firmemente que  los laicos ligados a nuestros proyectos, de formas diferentes, podáis encontrar a través de la  asociación,  los grupos de reflexión y los diferentes niveles de compromiso, fuertes pilares que sostengan vuestros pensamientos, los valores y objetivos que desde cualquier vocación fortalezcan el  sentido más profundo de  vuestra vida.

     Hay suficientes razones por los  que todos, en la familia Filipense debemos  contribuir  a que este proyecto de la Asociación de  laicos Filipenses hecho ya realidad, crezca, madure y de frutos.

     Una de las posibilidades que os da el pertenecer a la Familia Filipense, con algún nivel de compromiso, es el  poder discernir, profundizar y apoyarse para  vivir día  a día como cristianos, como creyentes, pudiendo iluminar y llenar de esperanza la vida ordinaria, desde los valores evangélicos traducidos y concretados en  los valores y la espiritualidad del Carisma Filipense. Una vida, que en nuestra sociedad, muchos viven desde la oscuridad y la desesperanza.

     Os invito hoy a tomar conciencia de la sociedad que en este momento nos toca vivir, llena  ¡si! de posibilidades, pero también, con grandes rupturas que impulsan constantemente a la desesperanza.

¿Como vivir con sentido en esta sociedad, difícil y agresiva de nuestra Europa?

¿Hemos tomado  conciencia de que vivimos en una  Sociedad de desvinculación, de individualismo, sin compromisos solidos?

Comento un artículo que sobre esto ha esclarecido el autor Josep Miro.

“Es un tema ya analizado que  el problema central de la civilización  Europea es la desvinculación, que surge al considerar la autorrealización individual a través de la satisfacción del deseo, como único  bien supremo.

El resultado que este pensamiento y deseo tiene, es el de un sujeto que por definición considera bueno, ser libre de todo compromiso permanente, de toda creencia, tradición e historia. De toda comunidad laboral, social, nacional incluso familiar.

Por eso  el AMOR,  el amor del que nos habla el Evangelio, el amor sustentando por la Fidelidad  va decayendo, cuando en realidad es el vínculo por excelencia y más bien, hoy,  se  trata de identificar con el mero placer.

1.- LA SOCIEDAD DE LA DESVINCULACIÓN Y SUS COMPONENTES

  En esta  sociedad de la desvinculación es destacan cuatro componentes, del que hemos de ser muy conscientes:

          * la cultura de la trasgresión;

          * el cientismo y el materialismo práctico;

          * el utilitarismo;

          * y el más fundamental de todos estos, el laicismo de la exclusión religiosa.

  • a) La cultura de la trasgresión significa: que no  hay límites a los deseos humanos.

En palabras de Tessek Kolakoswki,

     “Una de las más peligrosas ilusiones de nuestra civilización es la idea de que no hay límites a los cambios que podamos emprender, que la sociedad es una cosa infinitamente flexible.

     La cuestión moderna que daría al hombre libertad total de la tradición, lejos de abrir ante sí, la perspectiva de la auto creación divina, le sitúa en la oscuridad, donde todas las cosas se contemplan con la misma indiferencia. Ser totalmente libre de la herencia religiosa o de la tradición histórica es situarse en el vacío y por lo tanto desintegrarse”.

  • b) El cientismo y el materialismo práctico: la ciencia como sustituto de la moral

     El cientismo es la profesión de fe en la ciencia.  El cientismo pretende trasladar a la ciencia, que es un campo del conocimiento – que se ciñe a los medios, al cómo y el por qué funcionan las cosas-,  al de los fines, estableciendo si el mal es justo, injusto, necesario o superfluo,  lo que es propio de la religión y la filosofía.

     Es una regresión histórica brutal con la que nos tenemos que confrontar. Son manifestaciones del materialismo que nacen de considerar la autorrealización como único  bien supremo

  • c) El utilitarismo 

     La cultura que  forjo Europa se  fundamento en el principio de que el fin no justifica los medios. Ahora se impone justo lo contrario: si el fin es “bueno”  para mi el medio no importa.

  • d) El laicismo  de  la exclusión Religiosa

     La sociedad de la desvinculación necesita la ideología del laicismo de la exclusión religiosa, porque la conciencia religiosa  precisamente es la causa fundamental en la generación de vínculos.

     Con Dios el vínculo se hace inexorable. Nadie te puede suplir ni engañar en esta relación constructora de la conciencia humana.  La religión es el adversario más potente de la ruptura del vínculo porque, contribuye decisivamente a la construcción de la conciencia personal, sin la que la libertad ni el compromiso son posibles.

     Ésta es la causa por la que la ideología del laicismo de la exclusión religiosa quiere imponer  la liquidación de la religión en la sociedad.

     La exclusión religiosa es totalitaria:

     Primero porque pretende que la sociedad sea laica cuando en realidad es plural, y mayoritariamente religiosa.

     Segundo, porque  quienes rigen los pueblos tienen el deber de reconocer y acoger aquella realidad social y facilitar las condiciones para su libre desarrollo, de acuerdo con la historia, la cultura y las tradiciones de cada país.

2.- la sociedad de la desvinculación y las rupturas sociales

     La ideología de la desvinculación es la causa de las tres grandes rupturas que padece la sociedad y de la que como humanos y creyentes hemos de tomar conciencia: La injusticia social manifiesta, la antropológica y la política.

  • a. La ruptura de la injusticia social manifiesta, entre el norte y el sur, de la que tanto se habla, pero cuyas distancias crecen cada día.
  • b. La ruptura antropológica. Es la voluntad de modificar la naturaleza humana mediante leyes y técnicas biológicas.
  • c. La ruptura política. Significa la sustitución de la responsabilidad personal y de las comunidades, empezando por la familia, por la burocracia de la despersonalización, que destruye la realidad social de las personas reales y concretas a cambio de reducirlas a una serie de individualidades abstractas incorporadas a procesos meramente burocráticos, despersonalizantes y muchas veces miméticos.

3.- la sociedad de la DESVINCULACIÓN: OTRAS CONSECUENCIAS

  •  a) La vida y dignidad humana como problema

     El resultado final de la sociedad desvinculada es la desvalorización de la vida humana porque su valor está en función de su utilidad. Pensemos en el aborto, la manipulación genética y tantos otros experimentos y abusos  con el ser humano 

     También la vida tiene un valor relativo según el estado físico de la persona; así,  se puede plantear que ante  un tetrapléjico, por ejemplo, se justificque todo un razonamiento pretendidamente moral que lleva al homicidio, consentido o no.

     Si hay situaciones en las que el ser humano es prescindible y las fronteras son cambiantes en función del criterio de utilidad, ¿dónde está el límite?

  • b) La trivialización de la vida

     Hoy en nuestra sociedad europea (llamada moderna y desarrollada) se confunde la legalidad con el bien, es decir lo que es legal, es bueno,  pero ello no es cierto; y  así  se cae  en la trivialización de nuestros actos. Y esta trivialización del sentido de la vida tiene muchas consecuencias.

     Así, la trivialización del sexo convertido en un deporte de contacto, provoca una colisión brutal con la antropología humana. Porque el  uso del sexo resulta más bien  que degrada al propio ser humano, cuando se presenta  como un acto intrascendente, del que se excluyen valores fuertes, forjados en la libertad personal, como son  el respeto, la responsabilidad, las consecuencias de nuestros actos la conciencia de la propia madurez, la fidelidad y otros muchos, propios de la dignidad humana. 

  • c) Con todo ello se  propicia la destrucción de la familia

     Hoy nadie discute que la familia es un hecho esencial para la sociedad. La familia ha demostrado su bondad, en todas las épocas de la historia,  pero la ideología que impera en nuestra cultura occidental,  en el espacio público, mediático, social y político, no la acepta en su composición y funciones reales. 

     La familia es la expresión de una dimensión religiosa y de un vínculo fuerte. Pero esta realidad no interesa  al nuevo modelo social que se nos pretende imponer.
 
    Una familia sostenible es en primer lugar un matrimonio estable compuesto por un hombre, una mujer y sus hijos, que puede ampliarse a otros ámbitos de relaciones de consanguinidad, dotada de estabilidad, construida sobre un compromiso público, basado en la fidelidad, la asistencia mutua, la donación, la gratuidad y la solidaridad intergeneracional. Y esto se ha de cultivar.

Nota: Tremenda paradoja: la infidelidad a un partido está mal vista, son los “tránsfugas” y se adoptan medidas para evitarlo, pero al tiempo el “transfuguismo matrimonial” es considerado como un signo de “progreso” porque se considera que es un “nuevo perfil de convivencia”.

  • d) La destrucción de los jóvenes

     La destrucción empieza en la niñez, tantos abusos de todo tipo, del que se escuchan y conocen miles de informaciones diarias, pero el problema continúa y se extiende a la adolescencia y la  juventud.

    Una sociedad que acepta con tanta laxitud el fenómeno masivo de la droga de fin de semana, sea alcohol o productos de síntesis, entre sus jóvenes generaciones, es obviamente una sociedad sin futuro.
Permanezcamos atentos nuestra sociedad y todo lo que la constituye, contribuye en muchos casos  a que los jóvenes y adolescentes sean educados en antivalores: violencia, daño a sus condicionas físicas y psíquicas, incapacidad para controlar las pulsiones primarias y dependencia de estímulos exteriores.

  • e) Crisis familiar–crisis escolar

     La escuela instruye, forma,  la familia educa. 

     Junto con la familia, la escuela que hoy se oferte  es la otra gran institución que con su crisis, más claramente expresa los callejones sin salida de la sociedad de la desvinculación.
Las altas cotas de fracaso escolar,  la baja preparación de quienes llegan a la universidad, los niveles de conocimiento insuficientes en materias básicas, extensión de la violencia y la inseguridad en los institutos, debilitamiento del civismo, y sus manifestaciones en los muros de las ciudades, etc… Antes, las limitaciones escolares eran compensadas porque las familias, y en menor medida el propio entorno comunitario, ejercían de manera natural, inercial incluso, su función. Nuestra sociedad, esta sociedad desvinculada, olvida que la educación es un proceso integral donde el centro escolar es un elemento más.  Y por ello la crisis de la familia se ha transmitido al sistema educativo, especialmente allí donde no hay o no se vive  un claro  ideario.


 4.- La Respuesta: Ha llegado la hora de construir la alternativa, de actuar

     Tesis básica : Ya san Pablo escribió: “Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, rebate, reprende, reprocha, exhorta con toda paciencia y deseo de instruir” (2 Tm 4,2). “¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!” (1 Co 9, 16).

     Hemos de actuar con la fuerza del espíritu,  porque con sentido meramente solidario, sin sentido de Dios, todos los adelantos se tornan contradicciones y fracasos.

     En este construir la alternativa hace falta buscar la participación de todo el mundo que coincida con la necesidad y la respuesta, compartir una cultura cristiana, que significa una determinada concepción del mundo y de las cosas, y que bebe de la antropología, la filosofía, el relato y las artes cristianas.

     El cristianismo es, con diferencia, la minoría más grande. Ninguna otra opción humana agrupa a tantas personas, tan diferentes.

     Nos ha sido mandado difundir la Buena Nueva, por eso no hace falta esperar más, porque cada año que pasa de diáspora católica, se pierde grosor y la posibilidad de difundir la Palabra que da sentido a la vida. Es la hora de la nueva evangelización de Europa y  alela estamos llamados todos los creyentes religiosos y laicos.

     Devolver el sentido de Dios y el encuentro con Jesucristo al espacio público, la vida pública.

     La religión es decisiva para las personas y por lo tanto para la sociedad, porque aporta cuatro características necesarias e insustituibles, sin las cuales la felicidad como condición personal y la misma convivencia social que necesita de relaciones sostenibles, se convierte en imposible o muy difícil.

     Estas cualidades de la religión son:

  • La forja de la conciencia personal.
  • La apertura a la trascendencia
  • El establecimiento de los límites de la persona.

     Y, como consecuencia,  el ser portadora de sentido  para  la vida.

     Reconstruir  la persona con compromiso cristiano:

  • Reconstruir significa asimismo, recuperar y fortalecer el sentido de pertenencia a la Iglesia. La unidad de acción de los católicos en aquello que nos une en la Fe y se concreta en el testimonio de vida Evangélica
  • La formación para la acción.
  • Un mayor o mejor uso de los medios de comunicación.
  • Una atención preferente y bien organizada a la familia , a los niños, jóvenes y adolescentes.
  • Escuelas verdaderamente evangelizadoras y formadoras
  • Una Iglesia acogedora abierta y evangelizadora.
  • Un compromiso efectivo con la vida  social y política

     Nuestro trabajo constructivo ha de estar enfocado a devolver el sentido a la vida pública, a la política, que esta dirigida a procurar el bien común.
 
     No tengamos miedo de no hacernos a la medida del mundo como dice san Pablo, sino transformémonos para la renovación de vuestra mente, de manera que sepáis discernir qué es la voluntad de Dios: lo que le gusta, lo que es bueno, lo que es perfecto (Rom. 12, 2).

     Construir la comunidad responsable
 
     Hemos de contribuir a transformar la sociedad de la desvinculación en una nueva sociedad, corresponsable. La respuesta del creyente en Jesús  es construir la comunidad responsable, fundamentada en la libertad, pero también en la educación y practicar  en todos los ámbitos la responsabilidad.

     Facilitar que las personas se reúnan para resolver sus necesidades y problemas, para impulsar proyectos de mejora y buscar la excelencia, y en este contexto, promover la pedagogía y práctica de la fraternidad entre todos.

     De este modo conseguiremos una sociedad de personas más responsables, más fraternas, capaces de  compromisos, que no solo den sentido a su vida, sino que contribuyan  con el bien común.”

     Tomar conciencia de todo esto y otras muchas cosas, que en la vida preocupan, poder compartirlo e iluminarlo, es una oportunidad que la Congregación de RR Filipenses ofrece a sus laicos en el contexto de la asociación dentro de la Familia Filipense y al calor de los valores evangélicos que subrayan nuestro  Carisma y legado espiritual.

MERECE LA PENA ENCONTRARNOS Y REFLEXIONAR 
PARA SEGUIR CRECIENDO JUNTOS

¡SURSUM CORDA!


En el nombre del Señor,  que nos guía y acompaña

Queda inaugurado este III Congreso de Laicos Filipenses en España


Valladolid a 6 de Octubre de 2012

 

Madre Nieves. R.F.
Superiora General

 

BIBLIOGRAFIA
Laicos en la Iglesia. Catholic.net
Exhortación apostólica J. Pablo II: Cristi Fidelis Laici
Los cristianos laicos. Iglesia en el mundo. Documento de la Conferencia episcopal Española 19/Nov/1991
Cipecar: www.cipecar.org
La misión del laico en la Iglesia. www.riial. org
La vocación del laico. Délfor Monill

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