7 AÑOS DE LABOR PASTORAL: UNA BENDICIÓN
La congregación religiosa de las Hermanas Filipenses arriba a siete (7) años de labor pastoral en este Centro de Corrección y Rehabilitación de esta ciudad de San Pedro de Macorís; siete años de incesantes esfuerzos espirituales para ganar almas para Cristo, esfuerzos que conjuntamente acompañados de las autoridades de esta institución han rendido sus frutos en cada uno de los internos que han sido tocados por la divinidad angelical mostrada a través de las Hermanas Filipenses.
Todo comenzó con las hermanas KEDIA MERCEDES y YOKASTA HENRIQUEZ, impartiendo clases de la materia FORMACION INTEGRAL HUMANA Y RELIGIOSA a u grupo de internos dos veces a la semana y las visitas todos los sábados para los trabajos de evangelización y el compartir de la palabra; con esta enseñanza, paralelamente estaba el ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL de forma que nos ayudaban a darnos cuenta de nuestros errores, al reconocer nuestras faltas, era frecuente el sentirnos compungidos, pero en medio de tantas precariedades nos sentíamos como una familia obteniendo el apoyo de estas religiosas. Ellas nos motivaron a formar pequeñas comunidades en grupos para compartir las lecturas del día, todo esto acompañado de las oraciones, tal como desde el principio del cristianismo hacían las primeras comunidades. Ellas son verdaderas profetas, aquellas que siguiendo el mensaje de Jesús se encargan de ANUNCIAR LA PALABRA Y DENUNCIAR EL PECADO.
Dios se ha mostrado grandemente a través de ellas; la labor pastoral en cualquiera de los centros penitenciarios es un trabajo de titanes y las hermanas Filipenses son verdaderas heroínas, con grandes precariedades se las ingenian para cada semana hacer acto de presencia en este lugar y cumplir con el mandato divino y la obediencia que por vocación y fe han escogido: ¨SER LAS ESPOSAS DE CRISTO¨, cumpliendo al mil por mil la palabra de su Señor: Visitando y Ayudando a los Encarcelados, con lo cual están Visitando y Atendiendo a su Señor.
Este inicio, mantenido asiduamente varios días a la semana, continuado en su momento conjuntamente con la hermana LAUREANA NICASIO DILONE (provincial), ha sido sostenido por otras hermanas, las que mencionamos: SONIA y AURELIA; durante estos siete años los internos las esperan con ansias, pues como acompañantes espirituales que son, traen suficientes alientos a los hombres estacionados temporalmente en este lugar. Son un mañana de esperanza también, ya que dentro de sus metas logradas está esta que hoy se está llevando a cabo: LA PRIMERA GRADUACION DE INTERNOS EN PRODUCTOS QUIMICOS, LA QUE SE EFECTUA CONJUNTAMENTE CON ALGUNOS AGENTES VTP.
Como ex interno del sistema penitenciario dominicano, habiendo conocido también el viejo modelo, fue para mí bastante gratificante pues, a través de las hermanas filipenses en este CCR pude reencontrarme con mi Señor Jesús, me demostraron que se preocupan de darles seguimiento a los que ya hemos salido de libertad, por igual sé que le siguen dando continuidad a aquellos internos de la comunidad que están en otros centros de corrección y rehabilitación.
Ellas con sus derroches de amor angelical me llevaron nueva vez a los pies de Cristo, yo que una vez fui desobediente y tuve que pagar a la sociedad las consecuencias de mi error; Dios todo lo hace bien, no se digna de utilizar a los poderosos del mundo, hace uso de los humildes y limpios de corazón: eso son ellas – sumisas, dóciles, rendidas y muy mansas –, lo que complementan con unos corazones nítidos y transparentes, esto que cada día hace que se conviertan en mejores cristianas.
Esta obra misionera llevada por ellas y sostenida por Dios es dignar de admirar y aplaudir; a cada uno de nosotros ahora nos toca poner nuestro granito de arena para que esta obra se mantenga por muchos años más, con hombres y mujeres de valor que hagan presencia, corroborando en lo material para apoyar tan digna labor; Dios cuenta contigo, con tu aporte y valor para la misión: LA SALVACION DE TODA LA HUMANIDAD.
«FELICIADES A NUESTRAS HERMANAS EN CRISTO JESUS»
16 de noviembre de 2019.