25 AÑOS DE PRESENCIA FILIPENSE EN CUBA
Hoy, 6 de octubre es un día especial para la Iglesia cubana, es un día para repicar campanas cuando un sol radiante quiere alegrar la feligresía de tres comunidades de la geografía diocesana: Santo Tomás de Aquino, San José y Niño Jesús de Praga, respectivamente. En esta tarde donde va quedando atrás el verano y soplan ya los aires otoñales, es entonces que la Iglesia se une en acción de gracias por los 25 años de presencia Filipense en Cuba.
Gracias Señor por este regalo que le otorgas a estas comunidades llenas de gozo al decir con el salmista:
«Hoy estamos alegres porque Dios ha estado grande con nosotros»
Agradecemos a ti, Padre Santo porque la presencia de estas eméritas religiosas de San Felipe Neri, muchos hermanos y hermanas, jóvenes y adultos han conocido a Jesús, se han puesto en el camino de la fe. ¡Gracias Señor! Y han moldeado sus vidas conforme a la formación catequética recibida por estas hermanas, que llevan el distintivo misionero de la enseñanza.
Así mismo, Señor te pedimos, por mediación de tu Santísima Madre y Madre nuestra, la Morenita del Cobre, bendigas su Congregación, que tanto bien dejan a su paso y su espiritualidad es motivo de renovación y compromiso, que tanto necesita hoy nuestra Iglesia.
Que ellas en unión a nuestro párroco, P. Obel, sean colmados de sus sagrados dones, sigan ayudándonos y animándonos a mantener las llamas de la fe encendidas y que nunca se apaguen, continuar siendo testigos de Cristo Resucitado y llevando su Palabra de Vida a un mundo que se obstina a cambiar de nuevo en tinieblas y sombras de muerte.
Haznos Jesús Buen Pastor, instrumentos de tu paz y haz a nuestros corazones semejantes al tuyo, y así poder un día cantar para siempre las eternas misericordias del Señor. Amén